La
gran mentira del 11 de septiembre de 1714
Un año más, como viene sucediendo desde 1980, el régimen nacionalista
catalán celebrará el día 11 de septiembre la Diada de Cataluña. A sus actos
asistirán nacionalistas de todo pelaje y asimilados y palmeros como el PSC o el
PPC. Son la Cataluña oficial y alimentan falsos mitos y artificiales
confrontaciones para perpetuarse y mantener sus posiciones de privilegio y sus
clientelas.
Una de esas mentiras al servicio de la construcción de la "nación catalana"
ajena y enfrentada a la nación española es la Diada del 11 de septiembre, fecha
en la que se reivindica una nación catalana que en realidad nunca ha existido,
negando la única nación que ha otorgado a los catalanes y al resto de los
españoles la condición de ciudadanos.
En 1714, Cataluña igual que el resto de España, era un reino absolutista, y
la mayor parte de sus habitantes, el pueblo, eran súbditos sin derechos. Es la
Constitución Española de 1812 la que trasladando la soberanía del rey a la
nación, la que convirtiendo a la nación en sujeto de la soberanía, convierte a
los súbditos en ciudadanos con derechos y deberes.
Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía no podemos ser cómplices de la
manipulación nacionalista que atribuye carácter nacional y democrático a una
situación feudal y predemocrática. En Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía no
celebramos la Diada del 11 de septiembre, puesto que no queremos ayudar, con
nuestra participación, a perpetuar una mentira histórica que además sea un
referente simbólico común a todos los catalanes. Nos negamos a callar frente a
la mentira y el engaño interesado. La manipulación que han llevado a cabo los
independentistas del significado histórico del 11 de septiembre de 1714
convierte la conmemoración de este día en la diada nacionalista de Cataluña y no
en lo que debería ser: la fiesta cívica de todos los ciudadanos catalanes.
Por eso Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía propone celebrar la Diada de
Cataluña el día de Sant Jordi, por ser el fiel reflejo de la sociedad abierta,
plural, cosmopolita y que mira al futuro que siempre ha sido Cataluña, frente a
la comunidad inventada, imaginada, identitaria, dividida y que mira al pasado
que representa la Cataluña de la Diada del once de septiembre.
En Ciudadanos queremos, con algunos apuntes sobre los acontecimientos de la
Guerra de Sucesión y sobre el 11 de septiembre de 1714, ayudar a desmontar y
refutar las mentiras históricas sobre las que se sustenta argumentalmente el
independentismo catalán.
11 de septiembre de 1714: ¿sabías que…?
1) El 11 de septiembre se conmemora la rendición de la ciudad de Barcelona
en 1714, tras la declaración de guerra de las Cortes Catalanas el 10 de julio
del mismo año al no reconocer éstas el Tratado de Utrecht que ponía fin a la
Guerra de Sucesión Española. La guerra no fue de secesión , como los
nacionalistas venden, sino de sucesión. En dicho Tratado el pretendiente a la
Corona Española, el Archiduque Carlos de Habsburgo renuncia al trono,
reconociendo la soberanía de Felipe D'Anjou, contra el que se la disputó en la
llamada Guerra de Sucesión Española, tras la muerte sin descendencia del Rey de
España Carlos II. Es decir, fue una guerra civil entre partidarios de dos
pretendientes a suceder en la corona de España al rey muerto sin
descendencia.
2) Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. La
Guerra de Sucesión española, al contrario de lo que argumentan los
nacionalistas, no supuso el enfrentamiento entre Cataluña- Austria y España (o
Castilla) - Francia. Ciudades y comarcas pertenecientes al antiguo reino de
Aragón como Castellón, Alicante, Calatayud o Tarazona, así como el valle de
Arán, y ciudades del interior de Cataluña como Vic y Cervera, fueron partidarias
de Felipe V, el rey Borbón. Y lugares como Madrid, Alcalá o Toledo se declararon
fieles al aspirante austriaco, el archiduque Carlos. El enfrentamiento entre
territorios españoles de 1714 es otra falsedad esgrimida por el nacionalismo
para negar el carácter de guerra civil que tuvo aquella sucesión al trono. En
realidad ésta fue una contienda internacional en la que se dirimía la hegemonía
entre las diferentes potencias europeas.
3) Los catalanes no perdieron sus libertades civiles, sino que los
poderosos perdieron sus privilegios exclusivos. Las Cortes Catalanas, lejos de
tener las características de una democracia, tal y como la entendemos ahora,
representaban a los tres estamentos (clero, nobleza y burguesía urbana) a los
que, dentro del patrón feudal del Antiguo Régimen, el Rey les había concedido
tal privilegio, relegando totalmente a la inmensa mayoría de la población. Del
Rey emanaban todas las instituciones.
4) La facción en Cataluña favorable al pretendiente Carlos no partió de una
rebelión espontánea ni popular. En realidad, expresaba los intereses políticos
de la clase dirigente barcelonesa que quería potenciar su presencia comercial en
América, de tal forma que sus privilegios forales no estaban en juego, ya que el
pretendiente Borbón en ningún momento los cuestionó.
5) El Rey Borbón reinó sin oposición interna entre 1700 y 1705 hasta el
punto que en 1701 había celebrado Cortes en Barcelona, donde no sólo confirmó
los fueros, sino que recibió numerosas donaciones.
6) Los seguidores de Carlos de Habsburgo en Cataluña defendían la unidad de
España. Trataban de imponer su candidato al conjunto de todo el país, apelando a
la libertad de toda España, recelosos de la influencia francesa; lejos, pues, de
cualquier aspiración secesionista o desmembradora. Los soldados que fueron
derrotados el 11 de septiembre de 1714 frente a las tropas de Felipe V estaban
mandados por el general Antonio de Villarroel, que en su última arenga les
recordó: "estáis luchando por nosotros y por toda la nación española".
7) El denominado decreto de Nueva Planta, llamada en realidad Cédula Real
de Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña, organizaba las
instituciones judiciales en Cataluña, respetando las Constituciones y prácticas
previas, estableciendo que los letrados fuesen expertos en legislación y lengua
catalana. Fijaba el castellano meramente como lengua jurídica y eliminaba los
privilegios por nacimiento en un territorio determinado.
8) El final de la guerra supuso el final de tres siglos de decadencia de
Cataluña y el inicio de su resurgimiento económico . El siglo XVIII, lejos de
ser un periodo de declive en Cataluña, resultó ser una etapa de particular
esplendor y auge demográfico, agrícola, comercial e industrial, que más que
fundamentarse en el comercio internacional, centrado en productos agrícolas, se
benefició del proteccionismo de la Corona.
9) Rafael Casanova no fue un mártir. El día del asalto final de las tropas
borbónicas, Casanova estaba durmiendo y, avisado, se presentó en la muralla con
el estandarte de Santa Eulalia para dar ánimos a los defensores. Herido de poca
gravedad por una bala en el muslo. Casanova fue trasladado al colegio de la
Merced, donde se le practicó una primera cura. Tras caer la ciudad en manos de
las fuerzas borbónicas, quemó los archivos, se hizo pasar por muerto, y delegó
la rendición en otro consejero. Huyó de la ciudad disfrazado de fraile y se
escondió en una finca de su hijo en Sant Boi de Llobregat. En 1719 fue
amnistiado y volvió a ejercer como abogado
Y uno de Segovia fue el general en jefe que defendió a Barcelona... Por cierto, in tal Casanova estaba escondido en su territorio "feudal".
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