martes, 16 de julio de 2013

Clientelas ... por: Joaquí­n Leguina Herrán 10/7/2013

 http://www.joaquinleguina.es/                            Cánovas y Sagasta

      Primeros años del siglo XX. Estamos en una taberna sevillana, trianera concretamente. Es primavera y son vísperas electorales. Como todas las tardes, allí se reúne un nutrido grupo de anarquistas, entre los que destaca su líder, un hombre moreno, enjuto y sentencioso con fama de valiente y aspecto agitanado, lo cual subrayan sus largas patillas rizadas. Se llama Buenaventura Vallés.
      Se abre la puerta del recinto y entra un menestral bien trajeado. Es Don Justino. Los ácratas lo conocen bien, pues es el muñidor electoral del  cacique liberal D. José Rodríguez de la Borbolla.
Sea bienvenido, D. Justino, y tómese un fino por mi cuenta –dice Vallés-, pero no pierda el tiempo con nosotros, porque ya sabe que no votamos. Además, ustedes, los liberales, no tienen razón.

-¿Puedo hablar? –reclama D. Justino.
-Por supuesto que sí –contesta Vallés.

-Gracias. Puesto que el señor Vallés me ha dado permiso –se arranca el muñidor- hablaré, aunque moderadamente, pues sólo usaré cinco palabras: Pago a duro el voto.
-Eso ya es entrar en razón –sentencia Vallés.

El relato –que si non è vero è ben trovato- me lo contó Pepe Rodríguez de la Borbolla y se refería a su abuelo, un conocido liberal que fue varias veces diputado en Cortes durante la Restauración.
Un siglo más tarde y no lejos de Triana. No está allí don Justino ofreciendo un duro por cada voto sino otros “muñidores” que reparten millones de euros entre la clientela. Me refiero a los ERES. En efecto, siguen existiendo políticos que parecen salidos de la escuela de Romero Robledo. Pero hay una diferencia fundamental entre los caciques de antes y los de ahora. Los políticos de la Restauración ponían de su peculio los duros para comprar los votos; los actuales usan el dinero público.

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      He leído este artículo de Leguina  (soy un fiel seguidor de su bitácora) y me ha encantado tanto que lo “he copiado” y aquí  -en este aprendiz de blog- puesto…

Ante todo agradezco la autorización expresa de Leguina.

Pero me gustaría añadir lo siguiente:
      Ahora, aquí en Cataluña, se hace lo mismo pero con dinero público…  sí, no son los EREs de Andalucía pero son las SUBVENCIONES (a Omnium Cultural, a TV3, a televisiones de tercera división,  a muchos periódicos/periodistas, a muchos “influyentes” en la vida social, etc. etc.) y no digamos las COLOCACIONES  en puestos remunerados (a muchos Alcaldes, Concejales, Simpatizantes, Amiguetes, etc.) en lugares "clave"  como son “Consell de…”, “Associació de…”, “Junta de…”, "Empresa pública de...". "Consorcio de...", etc. etc.  Pasando por aquello de que “alguno de tu familia” trabajará en, para o gracias  al Ayuntamiento…  ¿Quién da Más...? 


      Apuesto a que existe algún “organismo” oficial  (“pa cobrar”)  relacionado con los (¡esperpénticos!) molinos de viento que nos rodean….  Resulta que son privados… ¡los gestiona una empresa privada!     Simplemente se necesita que los “inspeccionen”  (un funcionario… inspector, que los hay)   para que se ajusten a la Ley… (Ley que los catalibanes no cumplen…) y, por tanto, ¡sobran los políticos!   (mucho dinero que ahorraríamos… ¿nos roba “Madrit”… o quién?).

¡En fin! Los mismos perros pero con diferentes collares… ¿Quién “regala” Más…?.


 
          Menos mal que hay mucha gente en Cataluña como los de “Ciutadans” …  ¡Y no me muevo en la órbita de “Ciutadans”!






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